Hombres Cristianos – Domino Versus Tiranía 5

 

Continuemos.

Fuerza es habilidad, es autoridad, capacidad y es potencial. Para que llegues a ser un hombre fuerte, tienes que alcanzar todo tu potencial hasta el máximo, aplicándolo en el propósito para el cual fuiste creado.

Jesús fue el hombre más fuerte que ha vivido en esta tierra, pero a Él también se le describe como alguien humilde. Alguien dijo una vez que la humildad es el poder mismo bajo control. Esto es de lo que se trata la verdadera fuerza. Es poder que está listo para ser canalizado a través de propósitos buenos y constructivos, en lugar de usarlo en cosas egoístas o irresponsables.

Debes recordar que el propósito de cualquier cosa es la razón de por qué fue hecha, y su diseño está determinado por ese propósito. Al hombre le fue dada la fuerza para capacitarlo a que pudiera ser un líder eficazmente. Si tú como hombre entendiste tu propósito, te pudiste dar cuenta que no fuiste puesto en una posición de liderazgo debido a que seas muy grande, muy fuerte o que seas aplastante. Tú estás en esta posición de liderazgo, debido a tu propósito. Tu fuerza fue hecha para apoyar este propósito.

Escúchenme, si tú eres el hombre solo porque tú llevas los pantalones, tú tienes un serio problema, debido a que las mujeres también usan pantalones.

Los varones no escogieron su posición. Dios les dio esta posición. Sin embargo, el problema es que muchos hombres han tomado otra posición que nunca les fue dada. Si votamos para que un hombre se convierta en el presidente o en el primer ministro de un país, pero en lugar de hacer esto, él toma la posición mediante el uso de la fuerza y se convierte en un dictador, él estaría tomando una posición que nunca le fue dada. La primera posición le fue otorgada por medio de la autoridad legal; la otra fue usurpada.

Cada vez que tú tomas tu posición mediante el uso de la fuerza, tú te estás saliendo de tu base legal. La diferencia entre la cabeza del estado que ha sido elegida y un dictador es muy simple, la primera tiene autoridad y la segunda sólo tiene poder. Tener autoridad significa tener el derecho de gobernar. Por lo tanto, si un hombre le da de cachetadas a su esposa, patea a sus hijos, y entonces dice, «Yo soy el hombre de la casa; yo hago lo que yo quiero», esto es un abuso de autoridad; esto sólo es mostrarle el poder a otros. Cada vez que tú abusas de tu poder, tú no tienes autoridad legítima.

Esta es la razón porque, cada vez que un hombre comienza a dominar a otro ser humano, él se encuentra fuera de la voluntad de Dios. Este principio se aplica también a los predicadores. Cualquier ministro que te dice, «Tú no puedes ir y visitar otra iglesia», es alguien de quien tú tienes que preocuparte. Él está comenzando a dominar. Y Dios dice que los hombres fueron creados para dominar la tierra, y no los unos a los otros. Cuando esto ocurre, y cuando se abusa del poder, entonces, la autoridad ha sido perdida.

 

12. Una Visión Distorsionada Acerca de la Sumisión.

El entendimiento distorsionado que muchos hombres tienen acerca de la fuerza, se puede ver en la manera en que ellos perciben el concepto de sumisión. Pero el pasaje en el que este concepto es basado, que es Efesios 5:22-23, contiene algo que la mayoría de la gente no ha visto.

Primeramente, vamos a hablar acerca de la palabra sumisión. La definición de la palabra someter, significa «voluntariamente ceder tu voluntad o tu decisión a otra persona». La sumisión no tiene nada que ver con la fuerza o con la presión. Es un acto de la voluntad. El hecho de someterse es la decisión de la persona que se está sometiendo, y no el mandamiento de aquel que quiere que se sometan a él. Para ponerlo de otra manera, tú no puedes someterte a menos que quieras hacerlo, y nadie puede someterte si tú no quieres hacerlo.

Cualquier hombre que tiene que forzar a una mujer a que se someta, no merece que nadie se someta a él. Él no es digno de ninguna sumisión; él se ha convertido en un tratante de esclavos.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “Entendiendo el Propósito y el Poder de los Hombres”

Por Myles Munroe

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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