Sectas – La Simbología Masónica 5

 

Continuemos.

Como ya hemos visto, ni es Jehová, ni es Jesucristo, ni es el Espíritu Santo el que desciende ante esta invocación sino el dios egipcio del sol. A este respecto la Biblia dice: «¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado! Que se apartan para descender a Egipto y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón y poner su esperanza en la sombra de Egipto. Pero la fuerza de Faraón se os cambiará en vergüenza y el amparo en la sombra del Egipto en Confusión» (Isaías 30:1-4).

Por más interpretaciones que se le quiera dar a este pentagrama, símbolo inequívoco del poder Luciferino, su esencia y la fuerza que está tras ella seguirá siendo la misma. Volteada hacia abajo es la cabra maldita o satanás como aparece en la portada de la biblia satánica, y en el emblema de la «Orden de la Estrella del Oriente», en el Tercer Grado del Rito de York. Vuelta hacia arriba simboliza al superhombre en su plenitud. Simboliza a aquel que ha llegado ya a un grado tal de desarrollo que ha dejado de necesitar de un redentor. El logro de este superhombre es la futura gran obra maestra de Satanás y dirige todos sus esfuerzos en formar este carácter que se convertirá en el distintivo de sus seguidores.

 

3. El Hexagrama o Estrella De Seis Puntas.

La mayoría de las personas identifican este símbolo con Israel y lo llaman la estrella de David. Tanto judíos como muchos cristianos se sienten orgullosos de él y lo usan en forma de dijes y en los logos de sus iglesias, y en la decoración de sus templos y sus casas. Pero, ¿es realmente un símbolo diseñado por el Rey Hebreo? ¿O un símbolo que más bien maldice a Israel?

El nombre correcto de esta estrella entre los judíos se llama «sello de Salomón». Su origen viene de una religión llamada Bon Po, que trata con el aspecto oculto y mágico del Budismo. Su composición de dos triángulos encontrados representa la dualidad que vemos en todas las filosofías orientales. El triángulo que apunta hacia abajo, simboliza las fuerzas divinas que descienden. El que apunta hacia arriba, las fuerzas infernales que ascienden y se unen a las celestiales para conformar la «gran sabiduría del hombre». Es un símbolo análogo al Yin-Yang en el que también se pretende unir en un todo, al bien y al mal.

Este símbolo llegó a Israel a través de los sabios y viajeros del oriente. El hexagrama más antiguo encontrado en Israel se encuentra esculpido en el friso de la sinagoga de Capernaúm y curiosamente está al lado de un pentagrama. En todo el friso se aprecian figuras grotescas de demonios, por lo que es claro que no fue hecho por instrucción del Dios de Israel.

El hexagrama fue adoptado por los ocultistas paganos que vivían en Israel en el tiempo del Rey Salomón, quienes lo usaban para darle un simbolismo gráfico a la gran sabiduría de este rey. A partir de ahí los cabalistas judíos descubrieron su gran poder esotérico y la empezaron a usar.

La «Cábala» es la rama oculta del judaísmo y los más altos satanistas le dan la reputación de ser la magia más poderosa del mundo. Entre ellos el hexagrama fue siempre usado como un símbolo de invocación de espíritus de muy alto nivel. El triángulo es uno de los símbolos más usados por Satanás. Geométricamente hablando el triángulo es la división transversal de un cuadrado.

El Dios de la Biblia, quien es meticuloso y exacto en todos sus diseños, jamás usa la figura triangular. En todos los planos del Tabernáculo y del Templo siempre vemos la figura del cuadrado y del rectángulo. El triángulo es por ley lo que se atraviesa para partir el diseño de Dios.

Unos de los más altos «Illuminatis» desde la edad media ha sido la Familia Rothschild. Ellos, de origen judío y altamente cabalístico, pusieron la estrella en su escudo de armas y sus súbditos eran obligados a usarla para honrar a su señor.

Antes de la segunda guerra mundial los judíos no se identificaban con este símbolo. Fue Hitler quién se los impuso como una forma de estigmatizarlos. Hitler era un satanista de alto nivel, entrenado por la religión Bon Po, según narran sus biógrafos. Fue de ahí que él trajo los símbolos de la esvástica y del hexagrama. Él sabía que era un símbolo que declaraba heréticamente la unión de Dios con satanás y como un desprecio y un insulto a la fe judía los marcó con este símbolo.

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”

Por Ana Méndez Ferrel

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

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