Masonería – LA SIMBOLOGÍA MASÓNICA 6

Después de la guerra, los judíos adoptaron el hexagrama no cómo el símbolo del rey David, sino como la representación de su encarcelamiento y muerte. Israel decidió recordar por siempre su dolor y la infamia hecha contra ellos en el holocausto. En 1947, impulsados por la familia Rothschild, los judíos escogieron el hexagrama como escudo nacional para su bandera. Por un solo voto ganó este diseño sobre el de la menora (candelabro) con los dos olivos. Ellos dijeron: «Queremos, a través de este símbolo, que el mundo conozca nuestro profundo dolor».

El Hexagrama es un símbolo que ata a Israel a la muerte y a la prisión, al rencor y al dolor. A través de esta estrella Israel está perpetuando el diseño de muerte y de genocidio que satanás diseñó para él por medio de Hitler.

Tanto para los Cabalistas como para Hitler, el hexagrama representaba el número de La Bestia: 666. En el libro «La estrella de seis puntas», del Dr. O. J. Graham, dice: «La suprema naturaleza maligna contenida en el doble triángulo llamado «Sello de Salomón» o «Magen David» (Escudo de David) se comprueba con el hecho de que el número de la Bestia, el 666, está contenido en ella. Note que hay seis triángulos incorporados en la parte externa de la estrella, que son seis las puntas y seis las líneas que componen los dos triángulos».

La Biblia habla de esta estrella como algo abominable a Dios: «Más llevabais el tabernáculo de vuestro Moloc y Quiún, ídolos vuestros, la estrella de vuestros dioses que os hicisteis» (Amos 5:26). «Antes, trajisteis el tabernáculo de Moloc, y la estrella de vuestro dios Renfán, Figuras que os hicisteis para adorarlas. Os transportaré, pues, más allá de Babilonia» (Hechos 7:43).

Este no es un símbolo de bendición para identificarse en amor con el pueblo Judío. El perpetuarlo los está dañando tanto a ellos como a los que lo usan.

4. ¿Por Qué Satanás Usa Símbolos de Rectitud y Atributos Divinos?

Los símbolos masónicos son muchos, y constituyen su lenguaje oculto. Están entretejidos en diversas formas de arte, vitrales, tapices, muebles, edificios completos, pisos y techos. En monumentos, banderas de muchos países, en la heráldica y diseños en el dinero. Por todos lados la Masonería ha ido dejando sus trazos, marcando territorios, estableciendo espíritus gobernadores. Sellos innegables que establecen la doctrina luciferina por doquier.

Al estudiar el principio de lo falso y lo verdadero vimos que lo falso es lo más parecido a la verdad, sin serlo. Si Satanás sólo usara su aspecto terrorífico, homicida y ladrón para atraer a sus seguidores, muy pocas personas se alistarían en sus filas; pero como un buen engañador se disfraza. Él es el padre de toda mentira y desde el principio de la caída le ha hecho creer al hombre que puede ser como un dios. Pero el concepto de dios, en la mente humana es alguien bueno, recto, elevado, celestial, perfecto, de buenas costumbres y buenas intenciones.

La pregunta es: ¿Podrá Satanás producir algo así? ¿Está realmente el diablo interesado en el bien, el amor, la sabiduría y el bienestar del hombre? O, como dice la Palabra de Dios, refiriéndose al diablo: «El ladrón viene para matar, robar y destruir» (Juan 10:10).

Si él no está buscando nada bueno, ¿por qué usa símbolos que implican al observador superficial cosas benéficas? Considerando que es un ladrón, un homicida y un destructor, su estrategia es subyugar el concepto que el símbolo representa, maldecirlo bajo sus pactos y sus demonios, para que jamás se manifieste. Permítame explicarle lo que quiero decir con esto.

Tomemos el ejemplo de los símbolos masónicos más conocidos:

La Escuadra, el Compás y la «G»: La primera, representa la rectitud; la segunda, la fuerza creativa y la inteligencia calculadora; y la «G», al Gran Arquitecto del Universo. Bajo este símbolo el Diablo o Gran Arquitecto del Universo, le roba al hombre su rectitud y su poder creador, lo limita a una mente calculadora, dominada por la influencia de espíritus demoniacos.