Sectas – El Templo de Salomón y la Logia Masónica 5

 

Continuemos.

Veamos las diferencias claras entre el Templo de Salomón en la Biblia y el falso templo en una logia.

«Ahora bien, aún el primer pacto (el de Moisés) tenía ordenanzas de culto y un santuario terrenal. Porque el Tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada Lugar Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición. Tras el segundo velo estaba la parte del Tabernáculo llamada lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el Arca del Pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció y las tablas del pacto. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo; liando el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del Tabernáculo estuviera de pie… pero estando ya presente Cristo, Sumo Sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto Tabernáculo, no hecho de manos, es decir no de esta creación y no por sangre de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez y para siempre en el Lugar Santísimo habiendo obtenido eterna redención… y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión. Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos. Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios; y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar Santísimo cada año con sangre ajena. De otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez y para siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado. Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez y después de esto el juicio, así también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan» (Hebreos 9).

Aquí, la escritura nos resalta algunos puntos de radical importancia acerca del propósito del antiguo templo. Vemos, por ejemplo, que tenía como principal objetivo que los sacerdotes intercedieran por el pecado del pueblo. Aunque la gente en general no pudiera entrar directamente, Dios no los consideraba profanos, sino que extendía su misericordia a ellos. También leemos que Cristo no fue encarnándose muchas veces como lo estipula De la Ferriére, cuando habla de las diferentes apariciones de Hiram Abiff, entre las que incluye con increíble osadía también a Jesucristo. El Templo era la verídica morada de Dios antes de Cristo, no era un lugar astral donde se fueran los muertos. Considero de extrema importancia resaltar esto ya que una de las cosas que más se manejan en los medios iniciáticos, incluido el de los masones, es la reencarnación.

La logia masónica es diferente físicamente al antiguo templo hebreo. La palabra logia significa Universo y está dispuesta en forma análoga al espacio sideral. Su forma es rectangular, y se caracteriza por dos columnas bronceadas llamadas también «Jaquín» y «Boaz» que, por lo general, se encuentran a tres pasos de la puerta de entrada. Cada una está coronada por un grupo de granadas y una esfera, una con el globo terráqueo, y la otra con el plano del universo. En medio de éstas se encuentra el Ara o altar, sobre el cual descansa la Biblia y los símbolos masónicos del compás y la escuadra, conocidos como las tres «Grandes Luces de la Masonería». Alrededor del Ara, formando un triángulo rectángulo, se encuentran tres candelabros con un cirio cada uno, llamados las «Tres Luces Menores». Pretenden ser una alegoría al Sol, la Luna y al Maestro, (al que numerosos tratadistas han señalado como tal, a Hiram Abiff, primer Maestro de la inmortalidad masónica).

(CONTINÚA…)

Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”

Por Ana Méndez Ferrel

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Psicólogo, docente, consultor familiar, conferencista y autor (Verdades Que Sanan, Desafíos Para Jóvenes y Adolescentes). Trabajé con la niñez y la formación de maestros de niños. Fui pastor de adolescentes y jóvenes por más de 10 años. En la actualidad me dedico a enseñar, escribir, dictar conferencias y dirigir www.devocionaldiario.org y www.desafiojoven.com, donde millones de personas son alentadas, edificadas y fortalecidas en su fe. Casado y padre de tres hijos.

2 Comentarios

  1. Buenas día hno. Excelentes estudios me han sido de mucha bendición, solo le comento en este número. 5 de la masonería viene un error en una cita viene Hebreos 1:27 y como usted sabe solo tiene 14 vrs. El capitulo 1 de Heb. Dios le bendiga

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