Sectas – Testimonios de Iniciaciones 9
Continuemos.
2. Testimonio de David W. M. Vaughan de la Gran Logia de Londres.
Iniciación al Tercer Grado.
«Las bases de la ceremonia del Tercer grado es una representación de la historia de la muerte del Maestro masónico Hiram Abiff. Según se cuenta, éste fue brutalmente torturado por tres trabajadores viles, porque no quiso revelar los secretos de su alto grado de Maestro Masón. Fue golpeado fuertemente en la cabeza con un mallete de madera (martillo de albañilería) lo que causó su muerte. Durante la ceremonia el candidato también es golpeado simbólicamente en la frente y es recostado en el piso de la logia, simulando así la muerte de Hiram».
«La historia continúa con los restos del maestro que desaparecieron misteriosamente y, cuando al fin fueron encontrados después de siete días, se hicieron varios intentos por resucitarlo. Primero lo intenta un Aprendiz levantándolo con la mano, pero se le resbala y no lo logra; después lo intenta un Compañero, pero obtiene el mismo resultado. Finalmente, un trabajador más experto, sujetando el cuerpo con más fuerza con la mano derecha, lo vuelve a la vida tocándole en los cinco puntos claves del compañerismo».
En el actual Rito Masón se dice, simulando esta resurrección: «Mano con mano, os saludo como hermano; pie con pie os sustentaré en vuestros loables compromisos; rodilla con rodilla, postura de mis diarias súplicas me recordará de vuestros deseos; pecho con pecho, cuando me confiareis un secreto lo guardaré como uno propio; y mano sobre espalda protegeré vuestro honor en vuestra ausencia y en vuestra presencia».
«Estos sentimientos me parecieron en aquel entonces una magnífica forma de declarar el interés de un Masón hacia otro. Siendo franco», añade David, «es muy fácil aceptar estas máximas y que, si el mundo entero las adoptara la humanidad sería otra cosa. Pero es también tan sencillo dejarse llevar por el valor superficial de estas palabras y dejar de ver por completo la terrible herejía que hay detrás de esta ceremonia«.
«Esta porción del ritual en que tenía que pasar por mi muerte y resurrección simbólicas, se llevó a cabo en el cuarto de reflexiones con una luz muy tenue. Me metieron en un ataúd con una rama de acacia en las manos y me pusieron al lado un cráneo humano y unos huesos que simbolizaban la muerte y me dijeron: «La luz de un Maestro Masón es Oscuridad Visible». El significado de estas oscuras palabras, me vine a dar cuenta mucho después, no era otra cosa sino la Luz de satanás, príncipe de las tinieblas».
Para el común de las personas iniciadas en este grado, esta ceremonia no es más que una reflexión sobre la muerte y una representación dramática del fallecimiento de este antiguo arquitecto del Templo de Salomón. El contexto espiritual de esta ceremonia, en teoría, es extraído de la enseñanza que Jesucristo le da a Nicodemo: «De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el Reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo que el que no naciere del agua y del Espíritu no puede entrar en el Reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es» (Juan 3:3-6).
Esta es una porción de la Sagrada Escritura muy usada en los medios iniciáticos para representar la entrada del aspirante al mundo espiritual. Desgraciadamente se usa la Biblia para darle un carácter más serio a la ceremonia ya que, encontrar en la Palabra de Dios algo parecido al rito que se va a realizar, siempre le da más seguridad a la persona. Participar en un ritual en el que interviene la Muerte no sería algo fácil de aceptar si no se suavizara con la aparente aprobación de Dios. Aunque, como ya lo aseveramos anteriormente, el Verdadero y Único Dios no se presta a cualquier ceremonia aunque se mencione Su nombre. Él, sólo actúa en lo establecido por Él y de la manera en que Él lo decretó. En este versículo que citamos, Jesús está hablando del creyente que toma la decisión de invocar Su Espíritu en una sincera actitud de hacerlo Señor de su vida. En realidad esta llamada «Muerte Iniciática» es una conocida ceremonia que se celebraba en el antiguo Egipto.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”
Por Ana Méndez Ferrel
Lee Testimonios de Iniciaciones 10.