Sectas – La Simbología Masónica 1
La Biblia, libro sagrado para la Masonería, dice: «Más si llegares a olvidarte de Jehová tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. Como las naciones que Jehová destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habéis atendido la voz de Jehová vuestro Dios» (Deuteronomio 8:19-20).
1. El Principio de la Simbología.
Tanto en el conocimiento filosófico Hermético (esto es, el conocimiento oculto revelado por Hermes Trimesgisto, llamado «Mercurio tres veces grande») como en las escrituras Hebreo-Cristianas, el simbolismo juega un papel sumamente importante. El símbolo no sólo representa un conocimiento espiritual sino también está relacionado con una entidad espiritual. No es una cosa irreal que podemos evocar sin ninguna consecuencia, sino que es un vehículo para conectar el mundo natural con el espiritual. Veamos cómo este mismo sentir queda manifestado en la Masonería.
En una de las ponencias de la «Conferencia Internacional Masónica México 82» se dijo: «Queremos hacer especial énfasis en el tema de los tres primeros grados denominados simbólicos o de San Juan, y llamar la atención acerca de la trascendental importancia del simbolismo que constituye los fundamentos mismos de toda nuestra institución. Esto no quiere decir que lo consideremos un fin en sí mismo. El símbolo es la representación sensible de una idea o de una fuerza que detrás de él se oculta, es el instrumento a través del cual las ideas se manifiestan y a la vez el más apropiado vehículo, que si lo conducimos apropiadamente, nos llevara precisamente a la identidad que detrás de él se oculta… El símbolo actúa en el interior de la conciencia de los que se abren a él y los Masones debemos ser guiados por esos signos misteriosos».
Un ejemplo real que quiero mencionar, es el bautismo en la fe cristiana, para aquellos que pertenecen simultáneamente a las religiones Cristocéntricas y a la Masonería y que piensan que el símbolo es algo irrelevante. «Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva… Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado» (Romanos 6:4-7).
En la fe Cristiana esto no es un mero símbolo sin consecuencias espirituales. Dios Padre destruye el poder del pecado sobre el creyente a través de este sacramento. A partir de este momento Dios lo considera justificado ante sus ojos, aunque sólo se hayan usado símbolos en la ceremonia.
Cuando se invoca el poder de la sangre de Jesucristo en la Comunión, para limpiar el pecado, aunque sólo se esté mencionando en forma simbólica, el alma es purificada y la conciencia deja de tener el peso del remordimiento. Si el cristiano que se ha alistado en las filas de la Masonería piensa que los símbolos son meramente alegóricos, entonces ¿qué valor le da a los que acabo de mencionar? Si en verdad éstos tienen poder, los otros también lo tienen.
Tanto Dios como Satanás mueven su poder a través de los símbolos. En la Biblia podemos contar una gran cantidad de símbolos que tenían una acción real en las dimensiones celestiales. Por ejemplo, el aceite con el que se ungía a un rey o a un profeta, simbolizaba que el Espíritu de Dios venía sobre aquella persona. El símbolo era y es el punto de contacto para desatar el poder de Dios o también, en el caso contrario, de la entidad espiritual a quién el símbolo representa.
Podemos también ejemplificar todos los rituales de purificación que el sumo sacerdote tenía que llevar a cabo en los tiempos del Antiguo Testamento para poder entrar al Lugar Santísimo, que era el lugar donde físicamente se manifestaba la presencia de Dios. Si estos ritos no hubieran tenido un efecto real en el alma y el espíritu del Sumo Sacerdote, éste hubiera muerto al mismo instante de penetrar el velo del templo y estar ante El Arca del Testimonio. La simbología es, por tanto, una puerta con el mundo espiritual.
(CONTINÚA…)
Extracto del libro “GADU: Gran Arquitecto Del Universo”
Por Ana Méndez Ferrel